Cuando actúas con plena conciencia y de la mano de los valores y virtudes altruistas que tienes y continuamente debes fortalecer como la compasión, la tolerancia, la paciencia, la generosidad, etc., tendrás la conciencia tranquila y liviana. Esta frase te lleva a hacer la reflexión continua de que si tus acciones contigo mismo y con los demás han sido con plena conciencia (mindfulness) sin ofender, sin atacar a los demás, sin ofuscarte con la realidad de tu entorno que no puedes cambiar, respetando la naturaleza y a los animales, siendo considerado y compasivo, de esta manera no tendrás cargos de conciencia. Cambiarte de andén es una metáfora que indica que venga quien viniere frente a ti, si lo has hecho bien, no tendrás que evitarlo.
Que todo puede ser posible si tengo plena conciencia (mindfulness) de que solamente existe el momento presente. Puedo traer mi pasado de una manera positiva, edificante y saber que el futuro es algo que debo construir desde ahora, sin sobre exigencias, fantasías irrealizables y desapegándome de eventos, situaciones y personas que hacen parte de un espacio de tiempo intangible e inmanejable.
La compasión empieza por ti mismo y el buen descaso se refleja en un despertar relajado, tranquilo y en paz con uno mismo.
Una vez que fui dotado de amor, paciencia, cariño y cuidado desde el momento en que abrí los ojos al mundo, ya tengo conmigo todo lo que necesito. Todos somos una parte importante en el mundo y cada uno de nosotros que integramos esta red perfecta de seres vivientes hacemos parte fundamental en la interdependencia de los unos y los otros. La idea de la competencia social, junto con muchos factores que hacen que te sientas incompleto, hace que salgas de tu centro (de tu interior) y comiences a vivir en fantasías, todas ellas impuestas por el grupo, provocando que acudas una y otra vez a la aprobación de los demás, desconociendo así todas las grandes cualidades y habilidades que tienes desde siempre. Alimenta tu ser reconociéndote como un ser humano valioso. Levántate diariamente a construir sobre ti y encontrarás con el tiempo que todo aquello que te hace perfecto estuvo allí contigo siempre.
Naciste perfecto y todos los atributos que te acompañan son lo que necesitas para vivir en paz y feliz. Al pasar de los años vas alejándote de tus valores y virtudes debido a varias circunstancias, entre ellas, la competencia desmedida a nivel social, la percepción que deben tener los demás de ti, los excesos, el ruido que vas dejando entrar a tu vida (redes sociales, mala alimentación, mala higiene de sueño, malos amigos, autoexigencias imposibles de cumplir, etc.), logrando con esto un desconocimiento de quién eres, debilitando poco a poco esa observación de tu perfección y por ende el aprecio, el amor y la compasión hacia ti mismo.
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